LA COMPRENSIÓN VERBAL EN MATEMATICAS

LA COMPRENSIÓN VERBAL EN EL ÁREA DE MATEMÁTICA

 

Prof. Wilderd Alejandro Cabanillas Campos.

Docente de la USS

 

La educación es el pilar fundamental para el desarrollo del hombre y por ende de las naciones, está íntimamente ligada al proceso comunicacional que involucra el lenguaje en todas sus formas de expresión, Stubbs (1984,p.13) afirma que: “... en nuestra cultura la enseñanza es conversación...”, “todo profesor es profesor de lengua” y que “toda lección es una lección de lengua”. Se puede afirmar que ambos procesos evolucionan y se desarrollan de manera simultánea, ya que el hombre es quien dicta las pautas de la comunicación mientras lo usa en la vida cotidiana.

 

Tener una buena comprensión verbal es comprender el significado de las palabras. Al estudiante con dificultades en ese campo, los estudios le resultan fastidiosos, poco gratos y por ende fracasará, ya que el éxito va a depender de cuánto él entienda, el hecho de no comprender lo que le dicen traerá como consecuencia que se distraiga y no se sienta motivado hacia el aprendizaje.

 

Entre los estudiosos que se han dado a la tarea de estudiar el tema de la comprensión verbal hago referencia a Vygotsky (1979) “el desarrollo del lenguaje parte de la transformación que sucede de las relaciones sociales en funciones mentales”. Las funciones mentales se forman primeramente en el ámbito colectivo como relaciones interindividuales y después se convierten en las funciones mentales del individuo. “Las relaciones entre las funciones mentales superiores han sido, en un determinado momento anterior, relaciones reales entre personas”. Es decir, funciones interpsíquicas para luego convertirse en  intrapsíquicas. En este sentido, el concepto de zona de desarrollo próximo, el autor da cuenta de la manera en que el pensamiento, que originariamente se ejerce en el seno de los grupos humanos, se organiza a medida que los individuos van haciéndose cargo del control de la organización de su pensamiento en función de la vida que comparten con el grupo, con el que mantienen, vínculos de interdependencia.

 

De lo anterior se desprende que en lo que atañe a la capacidad de leer y escribir, la lengua escrita es una construcción sociocultural, cuyo desarrollo se halla íntimamente vinculado con los seres humanos, por sus pautas de comunicación y por el uso que hacen de la lengua escrita para la mediación de las actividades de la vida cotidiana.

 

El lenguaje ya sea hablado o escrito, permite establecer los lazos que unen a los seres humanos entre sí, con su cultura y con su pensamiento. Así lo expresa Halliday (1994) al considerar el lenguaje, desde una perspectiva sociolingüística, como la codificación de un “potencial de significado”; es decir;  como un medio de expresar lo que el organismo humano “puede hacer”, en interacción con otros, transformándolo en lo que “puede significar”. Lo que puede significar, a su vez es codificado en lo que “puede decir”, es decir, el significado se manifiesta en expresiones, las cuales se vuelven a codificar en sonidos o grafías. Por ello, el lenguaje desempeña la función más importante en la construcción y reconstrucción del pensamiento y en el desarrollo del hombre como ser social. Constituye el canal principal por el que se le transmiten los modelos de vida, por el que aprende a actuar como miembro de una sociedad y adoptar su cultura, sus modos de pensar y actuar, sus creencias y sus valores.

 

Existen estilos de comunicación que se consideran convencionalmente apropiados para determinadas materias concretas, tal es el caso de las matemáticas, según Serrano (2004) el acto comunicativo de temas matemáticos adopta características relevantes: El lenguaje de las matemáticas de encuentra inmerso en él y la comprensión y expresión de ideas matemáticas se ve influenciada ahora por lenguajes no matemáticos, como el lenguaje natural, gestual y corporal. El lenguaje científico constituye el vehículo de comunicación para exponer, discutir y debatir ideas científicas. El lenguaje científico de acuerdo a sus normas estrictas de sintaxis  define sus expresiones como bien construidas o no. Por ello, al combinarse con palabras del lenguaje cotidiano con significados distintos, da lugar a interferencias comunicativas. Esto ocurre porque el lenguaje cotidiano incorpora palabras del lenguaje científico con significados diferentes a su contexto original. De manera que para el estudiante algunos términos cotidianos y científicos significan lo mismo en ambos contextos.

 

Los individuos tratan de dar significado a todo lo que escuchan o leen, la búsqueda de significados puede llevarlos a conclusiones poco habituales. Es por ello que he observado con preocupación en los estudiantes la falta de comprensión, no sólo de las palabras concretas usadas en matemática, sino también las palabras de uso cotidiano que empleamos para las definiciones matemáticas. Por ejemplo el hecho de que los estudiantes al tomar dictado, escuchan palabras que carecen de sentido para ellos, sin previa visualización, escriben lo que “escuchan” o creen entender aún cuando sea una incoherencia sin sentido.

 

Es en este punto donde surgen las interrogantes, una cosa es llegar a una conclusión errónea y otra es escribir incoherencias. ¿Por qué los estudiantes no buscan sentido a lo que escuchan?, no preguntan, simplemente escriben por escribir.

 

En torno a esta interrogante surgen respuestas que se transforman en temas de investigación a su vez, los estudiantes no poseen una fuerte y verdadera motivación para enfrentarse con las complejidades sintácticas de un lenguaje, siempre se ha pensado que las asignaturas científicas deben ser impartidas enmarcándolas siempre en la realidad para que el estudiante al hacer la analogía, logre afianzar los conocimientos, viendo la utilidad de lo aprendido es posible que el estudiante se sienta motivado.

Solé (2002) plantea “Sólo cuando  se comprende el propósito de lo que se va a hacer, cuando lo se encuentra interesante, cuando desencadena una motivación intrínseca y cuando se siente con los recursos necesarios para realizar una tarea, se le encuentra  sentido  y, entonces se le puede atribuir significado”.

 

Por otra parte, el proceso de entendimiento en el contexto de la comunicación es análogo al proceso de acercarse al conocimiento en el contexto de la experiencia, los estudiantes de sectores sociales con bajo léxico, tienen comprometido el éxito en el estudio, ya que el darle sentido a lo que escuchan, será subjetivo  y dependerá del conocimiento que tengan en el contexto de la experiencia.

 

De lo anterior se puede afirmar que la lectura, como proceso que permite transformar el sentido interno en significados a través de la palabra, constituye un instrumento de organización y reorganización del pensamiento. La elaboración y precisión de una idea, de un argumento posibilita la reestructuración del pensamiento, permite la realización de operaciones cognitivas, lógicas, las cuales son esenciales para la construcción lógica de las ideas.

 

Desde muy temprana edad se debe potenciar el desarrollo de estos procesos, creando condiciones, tanto en el hogar como en la escuela que permitan a niño y al joven comprender la escritura como un instrumento para relacionarse con la realidad, Es necesario un medio que sea fuente culta e inagotable de palabras, que le permita trabajarlas hasta llegar a dominarlas, es decir, comprenderlas, entender las explicaciones, entender la lectura de sus libros y poder explicar sus temas de estudio con esas palabras de nueva adquisición que ya son suyas.

 

La buena Comprensión Verbal beneficia muchísimo los estudios ya que en nuestra sociedad la mayor parte de los conocimientos se trasmiten por medio de la comunicación verbal, bien sea escrita u oral, sin embargo no debemos dejar pasar la importancia de la comunicación en la clase de matemáticas y el significado mediador del aprendizaje. En este sentido deseo hacer una reflexión al respecto haciendo un rápido análisis al respecto.

 

Hoy por hoy los planteamientos de reforma a la educación matemática en todo el mundo enfatizan el papel central de la comunicación en las matemáticas y en su enseñanza y aprendizaje. En los documentos de lineamientos curriculares y de estándares básicos de competencias producidos en la última década en nuestro país se puede constatar que Perú no es excepción en esa tendencia.

 

En el libro Principles and standards for school mathematics -publicado en 2000 por el National Council of Teachers of Mathematics de USA, cuya versión en español se publicó en 2003- se establecen cuatro ingredientes de la competencia comunicativa en matemáticas: organizar y consolidar las propias ideas matemáticas mediante la comunicación, explicitar de manera clara y coherente las propias ideas matemáticas ante otras personas, analizar y evaluar las estrategias e ideas matemáticas de otras personas, y usar el lenguaje matemático con precisión para expresar ideas matemáticas; cabe aclarar que en ese documento no se usa el vocablo "competencia".

 

En esa perspectiva, la comunicación se concibe como actividad fundamental para el proceso mismo de aprendizaje y no sólo para la expresión de lo aprendido. Se espera que mediante el intercambio (oral o escrito) con su profesor y sus compañeros y la escucha o lectura de lo que expresan otros, las ideas matemáticas involucradas se conviertan en objeto de reflexión, perfeccionamiento, discusión y rectificación, y así el estudiante pueda dotarlas de significado junto con el vocabulario especializado. En particular, se supone que en el ejercicio de justificar su solución a un problema, con el posible desacuerdo de algunos compañeros, todos ganan comprensión del asunto matemático implicado al considerarlo desde varios puntos de vista y relacionarlo con el propio. Así, al tener oportunidad, incentivo y apoyo para hablar, escribir, leer y escuchar en la clase de matemáticas, el estudiante se beneficia doblemente: comunica para aprender matemáticas, y aprende a comunicar matemáticamente.

 

La creación de tales oportunidades, que es responsabilidad del docente, está vinculada directa y principalmente a la asignación de tareas que puedan suscitar una verdadera actividad matemática centrada en ideas matemáticas importantes del currículo. Tareas en las que el estudiante tenga que explorar en busca de regularidades, conjeturar, justificar con base en el conocimiento matemático, buscar estrategias para resolver problemas, relacionar conceptos, dar contraejemplos, usar varias representaciones para la misma idea, etc. son fuente de conversación y discusión por cuanto dan el contenido y la motivación para que los estudiantes expongan, expliquen, justifiquen, aclaren, contradigan, pregunten, situación bien distinta cuando las tareas sólo exigen repetir procedimientos previamente establecidos.

 

La creación de oportunidades para la comunicación en la clase y el apoyo a ella se concreta también en la gestión de las diversas actividades mediante las cuales el docente desarrolla su curso. La gestión incluye, entre muchas otras acciones, determinar la modalidad del trabajo en términos de la agrupación de estudiantes (individual, pequeños grupos, todo el grupo); establecer normas sociales para una comunicación eficaz que haga viable un ambiente de aprendizaje en el que los estudiantes se sientan cómodos al tomar riesgos intelectuales, es decir escuchar atentamente de manera que pueda parafrasear lo oído, recibir comentarios de otros con actitud positiva, explicar y sustentar las propias afirmaciones; definir papeles que pueden jugar los estudiantes al interactuar, tener en cuenta de moderar la discusión, presentar resumen de las ideas centrales de la discusión, responsabilizarse de hacer cumplir una norma particular; implementar estrategias didácticas para impulsar la participación activa de estudiantes que suelen no intervenir en las discusiones; propiciar conversaciones o discusiones ricas en contenido matemático y claras para todo el grupo se recomienda; determinar qué puntos destacar de una producción y en qué momento, guiar a los estudiantes en la reformulación de sus preguntas o comentarios cuando no son claros para el grupo, parafrasear una idea expuesta para sacarle el mejor provecho, determinar el orden de presentación de diferentes estrategias de solución a un problema o las conjeturas formuladas sobre una situación de modo que el tratamiento de las primeras no quite sentido a la presentación de las otras; modelar acciones comunicativas deseables en especial el tipo de argumentación que cuenta como explicación o justificación matemática